LA BIOGRAFÍA DE LA SEMANA

Sus canciones y su ritmo todavía viven en las recreaciones de sus temas en las famosas salsas y su música y concepción de conjunto es inspiración para salseros. Si antes, durante la época del mambo, las bandas grandes estaban de moda, dejaron de estarlo después del 1950. Sin embargo, los grupos o conjuntos sí, gracias al importante papel desempeñado por Arsenio en la música cubana y lo que hoy en día se denomina "música latina", en especial la salsa.

Fue intuitivo y universal en todo el proceso de fusión que fue su música. Arsenio Rodríguez es, junto a Ignacio Piñeiro, Ñico Saquito, Miguel Matamoros y Benny Moré, uno de los padres de la cultura popular cubana.

BARRANQUILLA ES SALSA tiene el honor de presentar la Biografía de "El Ciego Maravilloso", Arsenio Rodríguez.

ARSENIO RODRÍGUEZ
"El Padre de la Salsa"



Resumen de Agencias
Titulación y Edición de BARRANQUILLA ES SALSA


Ignacio de Loyola Rodríguez Scull, conocido como Arsenio Rodríguez (Güira de Macurijes, Matanzas, Cuba, 30 de agosto de 1911 -Los Ángeles, Estados Unidos, 30 de diciembre de 1970), fue un compositor e intérprete de tres cubano con un importante papel en el desarrollo del llamado son montuno. Su formación de conjunto con varias trompetas, definió un sonido que, visto en perspectiva, sentó las bases para el desarrollo de lo que que hoy se conoce como salsa. Fue un prolífico compositor, escribió cerca de 200 canciones, la mayoría salpicadas de humor y doble sentido.


De niño, Rodríguez quedó ciego cuando un caballo (o posiblemente una mula) lo pateó en la cabeza, hecho que marcó el resto de su existencia.

Más tarde se hizo músico y llegó a ser uno de los directores de conjunto más renombrados de la isla. Entre sus logros están el hecho de incorporar a la agrupación tradicional de son las congas o tumbadoras, el piano y tres trompetas, creando lo que hoy se conoce como conjunto.

En 1936 ingresa en el septeto Boston, dirigido por su primo Jacinto Scull, y en 1938, funda el septeto Bellamar, integrado por José Interián, director y trompeta; Esteban Regueira, guitarra y segunda voz; Arsenio Rodríguez, tres; Luis Regatillo, contrabajo; Manuel Manrique (Moro), voz prima y maracas; Mario Carballo, bongó, y José R. Ortiz, cantante. Con esta agrupación actuó en la academia de baile Sport Antillano que fue la génesis del conjunto de Arsenio Rodríguez; en este período graba un disco con la orquesta Casino de la Playa. Tocó en el cabaret Sans-Souci con la banda de Tommy Dorsey, con Buddy Rich en la batería; en Tropicana, trabajó con Wooddy Herman.

El propio Arsenio explica los cambios que él introduce en el son: «Comencé a trabajar en mi música nueva en 1934, y ya en 1936 lograba mis frutos. Pero la consolidación de mis ideas novedosas dentro del género del son vino en 1938.»

Y precisa: «Organicé un nuevo sistema de conjunto. Pensé que el antiguo formato de septeto, con la trompeta, la guitarra y el tres no tenía la armonía necesaria y le agregué un piano y tres trompetas. También le incorporé la tumbadora. Al año siguiente, desaparecieron los septetos y todo el mundo usaba las tres trompetas y el piano […].»

Pero no fue sólo la ampliación del formato instrumental lo que aporta, sino también —y esto quizás sea lo más importante— un nuevo repertorio y una mayor variedad de ritmos y conceptos armónicos que enriquecieron no sólo al son, sino también al bolero, la guaracha y algunas combinaciones como el bolero-mambo y el bolero-cha. Además, se cuenta entre los precursores del mambo; Arsenio utilizó desde sus primeras obras, según Helio Orovio, «una base ritmática de origen congo, que mezclaba con pasajes instrumenta-les ejecutados por las trompetas, inspirados en figura-ciones propias de los sones montunos tocados por los treseros orientales, daban los elementos definidores del nuevo género. Arsenio le llama diablo […]». Y Arsenio precisa: «Los descendientes de congo tocan una música que se llama tambor de yuka y en la controversia que forman uno y otro cantante, siguiendo el ritmo, me inspiré y esa es la base verdadera del mambo […]. Lo primero que compuse en este estilo fue Yo son kangá; el primer “diablo” o mambo que se grabó en disco fue "So Caballo".»

En 1940, Arsenio funda, como un desprendimiento del septeto Boston, el conjunto que lleva su nombre, integrado por Arsenio Rodríguez, director y tres; Lino Frías, piano; Rubén Calzado y Miguel Molinet, trompeta; Nilo Alfonso, contrabajo; Gregorio López, guitarra; René Scull y Conrado Cepero, cantantes; Marcelino Guerra, voz segunda y maracas; Antolín Suárez (Papa Kila), bongó; e Israel Rodríguez (Kike), tumbadora. En otras etapas el conjunto tuvo los siguientes músicos: Adolfo O’Reilly, Rubén González y Luis Martínez Griñán (Lilí), piano; Benito Bustillo (Benitín), Oscar Velazco (Florecita) y Félix Chappottín, trompeta; Carlos Ramírez, guitarra; Lázaro Prieto, Agustín García y Luis Regatillo, contrabajo; Félix Alfonso Vidal (Chocolate), y Arístides Soto (Tata Güines), tumbadora; Miguelito Cuní, Joseíto Núñez, Pedro Luis Sarracén, René Álvarez, Tazio Vila y Estela Rodríguez, cantantes. Los arreglistas del conjunto fueron Rubén González y Lilí Martínez. Con esta agrupación debuta en el Eden Concert y en el Sans-Souci. Aunque se ha dicho y repetido, no fue Arsenio Rodríguez el primero en utilizar la tumbadora y el piano en las agrupaciones de son; antes la tumbadora formaba parte del septeto Afrocubano, dirigido por Santos Ramírez, y el piano, por los septetos Gloria Cubana, conducido por Feliciano García, y el Cuba, de Fernando Collazo.

«Indiscutiblemente que el de Arsenio fue uno de los primeros y más importantes conjuntos de son, por haber dado una fisonomía nueva al género. Llega a este en el momento en que estaban en su clímax los sextetos y septetos. Conoce esa sonoridad pero no le satisface, de ahí que se decida a ampliar el formato agregándole dos trompetas, piano y la singular tumbadora. Tres aspectos hay que destacar en su conjunto: 1) crea un estilo de ejecutar el tres, distinto al de los sextetos y septetos de son; 2) el piano hace un empaste con el tres a la vez que sus figuraciones armónicas enriquecen este aspecto, además de arpegios y “tumbaos” que aun hoy son de una vitalidad y originalidad sorprendentes, y 3) se destaca la trompeta, en boca de Félix Chappottín, quien a partir de escalas de la época del swing hace improvisaciones netamente cubanas. El primer gran cambio en el son lo hace Arsenio con su conjunto. Desde entonces, el género comienza una evolución que aun no termina.»



Entre sus músicos se encontraban, en el piano, Rubén González y, más tarde, Lily Martínez Griñán; en las trompetas, Félix Chappottín y Chocolate Armenteros, al bongo, Papa Kila, entre otros. También contó con colaboraciones de Chano Pozo y Machito, así como de su primo René Scull. A la partida de Arsenio a Estados Unidos, Lily Mártinez, quien fungía en cierta medida como su director musical, quedó al frente del conjunto en Cuba.

Rodríguez viajo a los Estados Unidos a principios de los 50, pues tenía esperanzas de someterse a cirugía y recobrar la visión. Luego del diagnóstico médico que le informo que no era posible que volviera a ver, Arsenio, sumido en un intenso dolor, compuso uno de sus principales temas: "La Vida Es Un Sueño, con una letra profunda, a diferencia del doble sentido, el humor y los signos de religión africana que acostumbrara a tratar en sus composiciones. Ahí siguió publicando discos, principalmente para Tico y Blue Note. Para esta última compañía grabó Tribilín cantore y Palo congo, aunque este último fue editado bajo el nombre de Sabú Martínez, pese a que Rodríguez compuso casi todos los temas, cantó y tocó el tres y la percusión.

Arsenio creó otros conjuntos, en los que trabajaron los cantantes Bobby Capó, Cándido Antomatei y Santiago Cerón (Sandi). Grabó nuevos discos, y fue una figura influyente en el desarrollo de la música bailable del mundo latinoamericano y caribeño de Nueva York y Los Ángeles.

Sobre su estancia en Estados Unidos, dice César Miguel Rondón: «Arsenio Rodríguez, uno de los más importantes e influyentes tresistas que han existido, vivió los últimos años de su vida en Nueva York. Es cierto que lo que hizo el Ciego Maravilloso que grabó en esta última etapa neoyorkina quizá era lo más opaco, o lo menos importante y entusiasmante, de toda la vasta y exuberante producción que realizó a lo largo de su vida. Sin embargo, la presencia de Arsenio ya fue determinante en cierta medida para no pocos músicos que recién se iniciaban llenos de inquietudes en el medio de Nueva York, no en balde, el estilo del tresista cubano para concebir estructuras y atacar el son, sería con el tiempo demasiado influyente y definitorio en el sonido global de la salsa. Y esto, en algún sentido, tendría algo que ver con la incorporación del tres a la nueva expresión. Y para corroborar esta afirmación es bueno recordar que el primer disco de salsa donde el tres es usado en todas sus proporciones, posibilidades y significados es el disco Homenaje a Arsenio, grabado por Larry Harlow y su orquesta algunos meses después de la muerte del cubano [...]. El otro disco de Harlow, donde se saluda la memoria de Arsenio Rodríguez, ya basaría su importancia en elementos musicales, de mucha mayor solidez y trascendencia. Como ya se ha dicho, este fue el primer disco donde se oficializó la influencia de Arsenio en la salsa, con todas las consecuencias que esto implicaba. Se reunieron aquí seis números, cuatro de ellos composiciones originales de Arsenio y dos concebidos especialmente para la ocasión. Los temas del cubano (No llores, Suéltala, El terror, Quique y Chocolate —rebautizado en Nueva York como "Tumba y Bongó") fueron presentados con el mismo espíritu original, tan sólo readaptado, según los giros y modos que caracterizaban al sonido salsoso, los mismos arreglos que estrenara la orquesta de Arsenio [...].» Y en otra parte precisa Rondón: «No deja de ser lastimoso, por ejemplo, escuchar las últimas grabaciones de Arsenio Rodríguez, uno de los grandes genios que ha brindado la música del Caribe, responsable directo de muchas de las innovaciones que años más tarde se utilizarían como bandera salsosa, que tuvo que terminar grabando un boogaloo harto mediocre que de ninguna manera le correspondía. Los discos que hizo el Cieguito Maravilloso en Nueva York poco o nada tienen que ver con los trabajos previamente realizados en Cuba, de aquel fabuloso "Me Boté De Guaño" al "Hang On Sloopy", que ahora sonaba sin aliento, sólo resta la tristeza y el bochorno.»

Con el compositor y director de orquesta Mario Bauzá, viajó a Copenhague, Suiza. En Nueva York, grabó con Kenny Clarke, quien los tumbaos que se realizaban generalmente en la tumbadora, los hacía en la batería; también lo hizo con Dizzy Gillespie, Bobby Richard, Al Blake, Max Roach y Al Taylor.


Entre sus temas más populares están "Bruca Maniguá" —la primera canción suya que se grabó, originalmente interpretada por la Orquesta Casino de la Playa—, "Mami, Me Gustó", "El Reloj de Pastora", "Fuego En El 23" y el ya mencionado "La Vida Es Un Sueño".

A finales de los años sesenta el mambo "estalló", y Rodríguez continuó tocando con su típico estilo. Llegó a grabar algunos boogaloos no muy exitosos y la popularidad del grupo fue declinando. Intentó un nuevo comienzo en Los Ángeles pero murió en 1970 y su cuerpo fue enviado a Nueva York para sus funerales. Se ha especulado mucho sobre su situación económica durante sus últimos años pero Mario Bauza niega que muriera en la pobreza, argumentando que Rodríguez tenía, aunque modestos, unos ingresos por concepto de derechos de autor.

En el último concierto ofrecido por Arsenio Rodríguez en el Parque Central de Nueva York, estrenó un nuevo ritmo al que llamó quindembo, en el que utilizaba, además de los instrumentos de su antiguo conjunto, los tambores yuka, a la vez que los textos de las piezas interpretadas eran en lengua conga. Según Fernando Ortiz: «Quindembo. Masculino. Baile afrocubano traído por los congos. Se baila al son de tres tambores llamados: yuca, mula y caja.» Y Ortiz, citando a Francisco P. Gelabert, reproduce este texto de la «danza quindembo»:

Plátano maduro
plátano pintón
ahí viene quindembo
pata de jamón.


Relevancia



Aunque Arsenio murió en un relativo anonimato en Los Ángeles, su música está considerada hoy en día como una inspiradora obra de arte. Exploró los ritmos afrocubanos y enfatizó el papel protagonista del tres, llegando a ser uno de los treseros más grandes de todos los tiempos.

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