BIOGRAFÍAS SALSERAS

ISRAEL LÓPEZ "CACHAO"
El hombre que revolucionó la música cubana



Nacido en La Habana, el 14 de septiembre de 1918, fallecido en Coral Gables - 22 de marzo de 2008, Miami.  Fue un músico y compositor cubano. Se convirtió en una leyenda de la música cubana con su magistral manejo del contrabajo y se destacó por sus actuaciones musicales en el mambo y el jazz latino. Su talento lo llevó a obtener dos premios Grammy (en 1995 y 2005), un Grammy latino en 2003, el título de Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad de Berkeley y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Ha sido descrito como "el inventor del mambo". Se le considera un maestro de la descarga (improvisaciones en vivo).

La pasión de su familia por la música marcó la vida de Israel López desde muy pequeño. A los ocho años ya componía piezas musicales en los grupos infantiles en los que tocaba diferentes instrumentos, aunque pronto se decantó por el contrabajo, debido a la influencia de su abuelo Aurelio López Cachao, del que heredaría su sobrenombre musical, y de su padre.

A los trece años entró como bajista en la Orquesta Filarmónica de La Habana, en la que permaneció entre las décadas de 1930 y 1960, un período en el que tocó bajo la batuta de directores invitados del prestigio de Herbert von Karajan e Igor Stravinski. Durante ese tiempo, Cachao simultaneó la actividad musical clásica con su verdadera pasión, la música popular cubana, actuando en las numerosas orquestas de los night clubs de La Habana. Entre 1937 y 1949 formó parte de la banda Arcaño y sus Maravillas. En esa época, junto a su hermano Orestes, compuso centenares de canciones que, sobre las bases tradicionales de la música cubana, buscaban nuevas formas y estilos.



En 1937, los hermanos López compusieron Mambo, una pieza que daría nombre a un nuevo estilo musical cubano. Se trataba de una variación mucho más rápida del danzón, un tipo de música cubana de estilo elegante y pausado que invitaba al baile lento. La propuesta de Cachao y de su hermano Orestes no fue entendida al principio por el público, que no vio la manera de bailar aquellos ritmos tan acelerados. Tuvo que ser Dámaso Pérez Prado quien popularizara el género a finales de la década de 1940, cuando lo hizo más lento.



A mediados de los 50s, Cachao haría otra significativa contribución al desarrollo de la música popular de su país y produciría un efecto importante en los estilos de los países vecinos incluyendo los Estados Unidos. En 1957 Cachao reunió varios eminentes músicos de La Habana y grabó las memorables “Descargas en miniatura” (también llamadas “Cuban Jam Session in Miniatura).



La música afrocubana ofrece una amplia oportunidad para largas e interesantes improvisaciones. Pero las restricciones del mercado han dejado grabadas piezas en los acostumbrados 2 a 3 minutos de duración. Desde principios del 50s músicos cubanos fueron reclutados para “descargas” (jam sessions) y aunque los comentaristas se refieren a las sesiones de 1957 como la mezcla que hicieron Cachao del jazz con la música cubana, no hay realmente evidencia para esta conclusión. El mismo Cachao ha dejado establecido que él no tenía en mente el jazz cuando se programan las sesiones. Ciertamente se puede decir que por primera vez la música cubana más candente se tocaba de una manera menos diseñada para la danza (aunque es posible bailar algunas de las piezas) que para ser escuchada. Dejando el danzón completamente oculto en esta grabación. Cachao utilizó nuevos tumbaos en el bajo basados en el son y en las rumbas folclóricas cubanas y poniendo el acento en el ritmo, interpretó solos de congas, bongoes y timbales. Algunos e los aires ejemplificaban el papel de la flauta criolla, el tres y la trompeta en la música moderna cubana y los “coros” vocales característicos del son y de la rumba fueron añadidos con buen gusto. Cachao tocó el bajo acústico y el piano en una de las piezas. De forma deliberada los estilos de los instrumentos en una agrupación cubana fueron concebidos como títulos de las piezas: “Trombón Criollo”, “Estudio en Trompeta” y “Guajeos de Saxos”. La grabación fue una clínica de estilos interpretativos de una agrupación cubana ya que contó con destacados intérpretes de cada instrumento. Los nuevos tumbaos de Cachao llegarían a ser de rigor en subsecuentes descargas. Durante semanas todo el mundo en La Habana (y en Nueva York donde los músicos seguían con interés los estilos cubanos) dejaba correr completo el disco de “descarga”. Con sus grabaciones de 1957 y algunas otras que le siguieron, Cachao transformó la música cubana tanto cómo Duke Ellington había cambiado el jazz de esencialmente una danza a un estilo más abstracto como para público oyente. Así pues, Cachao ha efectuado al menos dos revoluciones en la música cubana: las bases para una nueva danza (el mambo) y la transformación de las formas de la danza cubana para dejar lugar a una aproximación clásica para ser escuchada.



Las descargas y el mambo serían el principal legado artístico de Cachao, que tendría una gran influencia en la aparición de la salsa, con la que la música cubana lideraría años después la expansión de la música latina.

En 1962 Cachao dejó Cuba y se pasó la mayor parte de ese año y de 1963 en España.  Tocó en varios sitios en Madrid y en la placentera mediterránea Alicante.  Coincidencialmente, durante ese período tuvo ocasión de tocar brevemente con la orquesta de Pérez Prado, que estaba de visita.  En 1963 se estableció en Nueva York y durante los años siguientes tocaría y grabaría con casi todos los grandes grupos musicales latinos de la ciudad: Tito Rodríguez, Machito, Pacheco, Fania All Stars, Charlie Palmieri, para nombrar algunos. Estuvo con la banda de Tito Rodríguez en el periodo de 1964 – 1966 cuando el grupo se encontraba en la cima como la mejor orquesta de baile al estilo cubano en ese momento.  Con Tito Rodríguez viajó a la Argentina, donde tocaron en Buenos Aires, Rosario y en Mar de Plata.  Este fue un período muy importante cuando la juventud latina de los E. U., ni deseosa ni capaz de identificarse con los ídolos más fuertes de la música popular (por ej., Los Beatles) buscó sus raíces en el reino de los sonidos afrocaribes.  Fue este un período de transformación cultural, de rebeldía social, de apertura a nuevas ideas y Cachao estuvo en el lugar indicado.  Fue uno de los ídolos que muchos músicos jóvenes tomaron como ejemplo e inspiración.  A principio de los 70s los músicos en Nueva York tenían el conocimiento histórico y musical que los condujo al «Boom de la Salsa».  Dos de las grabaciones de Cachao durante su permanencia en Nueva York llegaron a ser legendarias [hoy clásicas].  La primera fue parte de un trabajo de grupo: las memorables Tico Descargas at Live the Village Gate en 1966 [producidas por Pancho Cristal], que resultó en un triple elepé [también participó en Tico - Alegre All Stars Recorded Live At Carnegie Hall en 1974, producida por Joe Caín].  Cachao tocó en la mayoría de las piezas y se presentó en emocionantes solos con otro gran bajista, una figura de vieja data en la Orquesta de Machito; Bobby Rodríguez.  La segunda grabación, Patato y Totico (1968), presentó a Cachao en el bajo, Arsenio Rodríguez  en el tres y todo un elenco de estrellas de percusionistas cubanos dirigidos por Carlos “Patato” Valdés, quien interpretó varios estilos del tambor afrocubano.

Cachao se retiro a Miami a principio de los 80s. En una comunidad cubana con poco interés en la música afro-cubana, excepto para el falso oficio ceremonial a la cantante Celia Cruz, vivió durante cerca de diez años en la oscuridad tocando en bodas y fiestas familiares, en secciones de descargas ocasionales, y durante un tiempo con la banda local de música cubana de Hansel y Raúl. Con éstos viajó al Festival de música del Caribe de Cartagena de Indias, Colombia en 1985 y sacó una grabación de descargas, pero en general el nivel de su actividad musical llegó casi a cero. Las cosas empezaron a mejorar en 1989. Ese año Cachao viajó a San Francisco para participar en el Festival la Cumbre de la Conga (Conga Summit), que presentaba a Daniel Ponce, Patato Valdés, Francisco Aguadilla y otros. En este evento, su viejo fanático el actor Andy García contacto a Cachao para efectuar un concierto especial en Miami. Este fue el principio de un período de renovada, y por primera vez, amplia notoriedad. En esta época Cachao interpretó y compuso melodías para Mi Tierra de Gloria Estefan así como para Forty Years of Cuban Jam Sessions de Paquito D’ Rivera, publicado en 1993. El concierto auspiciado por Andy García fue un éxito feliz. A su vez, condujo a la producción del documental “Como su ritmo no hay dos”, a giras por Estados Unidos y Europa, y a la grabación ganadora de premios: Master Sessions en 1994.



El 22 de marzo de 2008, como consecuencia de una insuficiencia renal, murió en un hospital de la localidad de Coral Gables, cerca de Miami. Tenía ochenta y nueve años de edad. La cantante Gloria Stefan y su esposo, el productor musical Emilio Stefan, se encargaron de organizar su funeral en Miami, que se convirtió en un homenaje a la figura de Cachao, un músico que pasó más de ochenta años subido a los escenarios y que vivió la gloria de la popularidad al final de su carrera, como muestran el doctorado de la Universidad de Berkeley (California) o la estrella que se le concedió en Paseo de la Fama de Hollywood. Su muerte coincidió con la aparición ese mismo año de un nuevo documental sobre su vida y obra, titulado Cachao: uno más, producido otra vez por Andy García.

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