LA BIOGRAFÍA DE LA SEMANA

Muchísimas han sido las ocasiones en que interpretes, instrumentistas y personalidades de Cuba y todo el continente han incluido a nuestro invitado de honor de esta semana como verdadero puntal del son cubano, y es justo consignar también que fue capaz también de interpretar boleros y danzonetes con igual maestría que el son, el guaguancó o la guaracha. 

A los 8 años comenzó su inquietud por la música, más concretamente por el canto. Sus máximas influencias fueron el Septeto Habanero y el mexicano Agustín Lara; éste último sirvió de inspiración para las primeras canciones interpretadas en su debut musical.

MIGUELITO CUNÍ



Cortesía de El Tres Cubano.net
Titulación y Edición de BARRANQUILLA ES SALSA

Miguel Arcángel Conill Conill, su verdadero nombre, nació en una humilde familia, descendientes de esclavos africanos, en la ciudad de Pinar del Río, el 8 de mayo de 1920. 

El impacto que de niño le causaron los cantantes del Septeto Habanero Cheo Jiménez y Gerardo Martínez, fue decisivo en su existencia. Muchísimas han sido las ocasiones en que interpretes, instrumentistas y personalidades de Cuba y todo el continente incluyen a Cuní como verdadero puntal del son cubano, y es justo consignar también que el popularísimo cantante fue capaz también de interpretar boleros y danzonetes con igual maestría que el son, el guaguancó o la guaracha. 
Su vocación musical por el canto comenzó a los 8 años de edad cuando escuchó tocar al Septeto Habanero. En su juventud integró septetos como el Caridad, dirigido por el Niño Rivera, entre otros, antes de sus 20 años, debutó en la emisora Radio Progreso, con la orquesta de Ernesto Muñoz, y más adelante en la CMQ, cantando temas de Agustín Lara. 

Años 40: En los primeros años de la década, se incorporó a la orquesta “Arcaño y sus Maravillas”. Posteriormente paso al conjunto del tresero y compositor Arsenio Rodríguez con quién estuvo hasta 1947, debido a un contrato que se debía cumplir para los carnavales de Panamá hecho que lo llevo a permanecer en ese país hasta 1949. 

Con “El Ciego Maravilloso”, Cuní comparte labores con el trompetista Félix Chappottín, creándose así un vínculo muy importante para la música cubana, cuando Chappottín asume la dirección del conjunto, Cuní se convierte en el cantante principal. 

1953: El ex contrabajista de Arsenio, Lázaro Prieto, organiza el Conjunto Modelo con varios músicos de aquella época, y del grupo de Chappottín, entre los que se encuentra Cuní, quién realiza varias grabaciones con ese grupo. 

1956: Viaja a Venezuela con la orquesta de Benny More, con la que permaneció hasta después de su regreso, haciendo giras por el interior del país. 

1959: El conjunto todo estrellas de Chappottín realizó un exitoso viaje a Antillas Holandesas, llevando como cantante a Cuní, grabando y presentándose con un conjunto antillano llamado Estrellas del Caribe. 

1960: En Nueva York, se encuentra con su gran maestro de siempre, Arsenio Rodríguez, trabajan en el Palladium, meca de la música bailable latina. Luego vuelve con Chappottín convirtiendo en hits un sin número de temas. 

1966: Sale el disco de la EGREM, “La Guarapachanga”. 

1970: La orquesta de música moderna de la Habana fundada por Paquito D´Rivera, lo seleccionó para realizar una gira por la Unión Soviética, donde la frialdad del clima le hizo mucho daño, entre tanto grababa varias placas y discos de larga duración que bajo el sello Areito se divulgaron en el mercado cubano. 

Además de ser intérprete, Cuní tenía vena de compositor donde pueden citarse canciones como: "Congo Africano", "A Ti”, “Benny More", "Esto No Se Ve", entre otros. 

1978: La Unión Soviética recibe a Cuní con la Orquesta Cubana de Música Moderna. Aparece un disco que recoge sus grabaciones con René Álvarez y otras figuras. 

1979: La última grabación discográfica que realizó Cuní, fue un disco que la EGREM le solicitó a Antonio Arcaño con una orquesta organizada a la manera de la década del 40, aquí interpretó un bolero titulado “Lágrima”, del LP titulado "De Nuevo Arcaño”. 

1981: Se reunió con el trompetista Chappottín en un elenco artístico que viajo a Venezuela, bajo el nombre de las Estrellas de Areito. 

1982: Viajaron a México alternando con otros grupos del país azteca. Este sería el último viaje de Miguelito fuera de Cuba. 

1984: El 3 de marzo, muere en la Habana posiblemente por el reciente fallecimiento de su amigo y compañero de innumerables jornadas Félix Chappottín, a quién lo unió la amistad y el trabajo de más de 40 años.

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